GIORGIO CAPRONI, Poesía escogida, trad. J.C. Reche y J.A. Bernier, Pre-Textos, Valencia, 2012, 232 pp. ISBN: 978-84-15297-88-8
LUIGI BALLERINI, Cefalonia, trad. Lino González, Vaso Roto, Madrid, 2013, 142 pp. ISBN: 978-84-15168-28-7
Después de la noticia de la firma del armisticio entre Italia y los aliados, en septiembre de 1943, en la isla griega de Cefalonia los soldados de la división Acqui del ejército italiano se negaron a entregar las armas a los alemanes. Después de algunos días de combates, los italianos, inferiores en número y armas, se rindieron a los ex aliados, pero estos los consideraron traidores y acabaron ajusticiando, de manera sumaria y a modo de represalia, a centenares de oficiales y soldados. Otros presos –el número total de las víctimas oscila, incluso dramáticamente, según las distintas fuentes historiográficas– morirán en los campos de concentración y durante la travesía por mar en las semanas siguientes.
Es este el escenario en el que se sitúa la obra poética de Luigi Ballerini Cefalonia, publicada por vez primera en Italia en 2005 y, en 2013, publicada de nuevo en este país y, primera obra del autor en traducción española, en España y México, gracias a la distinguida y elegante editorial Vaso Roto. Ballerini, poeta (entre sus obras destacan Che figurato muore, 1988; Che oror l'orient, en italiano y en dialecto milanés, 1991; Uscita senza strada, 2000), ensayista, traductor y profesor de literatura italiana en la UCLA, construye un intenso "monólogo a dos voces", en el cual se alternan los testimonios-desahogos del soldado italiano Ettore B, caído en combate o fusilado, y Hans D, "hombre de negocios alemán de buena familia", en palabras del mismo autor: es decir, el verdugo que, como muchos, supo "caer siempre de pie" durante y, sobre todo, después de la guerra.
El libro de Ballerini vio la luz en Italia en un año, 2005, en el que los hechos de Cefalonia se convirtieron además en una referencia también para el público "nacional-popular" de la televisión, puesto que la Rai transmitió una serie de ficción sobre el tema. No es descabellado imaginar que la editorial Mondadori aprovechase la ocasión; sin embargo, la operación de Ballerini es todo menos que una tentativa de aproximar la poesía al espectador televisivo o cinematográfico (se recordará que este último, ya en 2001, había podido ver una versión "edulcorada" de la masacre de Cefalonia gracias a la sentimental La mandolina del capitán Corelli, con Nicholas Cage e Penélope Cruz bajo la dirección de John Madden). La escritura de Cefalonia, y de los otras composiciones que completan el libro, es densa, compleja, omnívora; optando por un verso que tiende, inevitablemente, a la prosa, el autor construye en muchos momentos un pastiche lingüístico donde se pueden encontrar lenguaje áulico y disfemismos sin solución de continuidad, eslóganes musolinianos, citas en latín, o incluso frases trilingüe en alemán, italiano y dialecto milanés. El traductor Lino González Veiguela, autor de la versión en castellano, se muestra a la altura del reto desenvolviéndose con gran habilidad ante tal profusión de códigos.
Con verve polémica e iconoclasta, Ballerini, en la nota que acompaña el libro, reconduce su relato de la masacre a un "modelo diegético aberrante", la crónica radiofónica de un partido de fútbol, en el que supuestamente Italia vence por 4 a 1, siendo goles las traiciones, la deshonra, los estratagemas de los nazis y su negación del hombre: un resultado mucho más rotundo de los de Ciudad de México de 1970 e incluso del Bernabeu en 1982. La atrevida metáfora es, asimismo, una buena muestra de la idea de poesía cívica –si se me permite– del autor, a mitad de camino entre el afán por la antirrétorica (no pueden faltar algunas irónicas referencias al discurso que el entonces presidente de la República italiano, Carlo Azeglio Ciampi, pronunció en 2001 en recuerdo de las víctimas para pedir, según el autor, "justicia póstuma al odiado enemigo") y una febril e indómita capacidad de mezclar lo alto y lo bajo, en una poesía que entiende oponer, a la falsa catarsis de los políticos maestros de ceremonias, "la humilde propuesta de un discurso poético en el que nombrar y referir son vividos no como certificaciones simbólicas de la realidad, sino como ocasiones, como aperturas, como inmersiones largas y razonada (y desordenadas) en el mar del inconsciente, tal vez, mas no de la inconsciencia".
Confesamos que, en algunas ocasiones, el lector corre el riesgo de perderse en este mar: entre material de extracción "popular" (canciones de emigrados, canciones napolitanas, proverbios e expresiones dialectales, etc.) y citas hipercultas, desde Dante hasta Freud, Shklovski, Shakespeare, Emilio Cecchi, la Eneida, y muchas otras, nos encontramos sumidos en un universo referencial que es, sin duda, más bien el del profesor universitario que el de los "monologantes". Se trata, sin embargo, de una experiencia de lectura interesante, un "flujo del inconsciente" en el que la historia ya solo se vislumbra por perspectivas sesgadas, fragmentos, fósiles, distanciada aún más por una ironía amarga y ecléctica.
Paolino Nappi
ROBERTO CALASSO, La Folie Baudelaire, trad. Edgardo Dobry, Anagrama, Barcelona, 2011, 426 pp. ISBN: 978-84-339-7570-6
Con un estilo similar a su anterior obra, El rosa Tiépolo, a mitad de camino entre la novela, el ensayo y el libro de arte, Calasso vuelve a proponer en La Folie Baudelaire una obra fragmentaria y elíptica en la que, a través de impactantes destellos de erudición, evita ofrecer un constructo uniforme y orgánico en favor de un recorrido intelectual en torno a un tema central (el hecho artístico en la segunda mitad del siglo XIX francés) que no solo no agote el sentido, sino que lo abra a una reflexión alejada de los tratados de arte convencionales.
Las concomitancias con El rosa Tiépolo son evidentes si se recuerda además que en dicha obra Baudelaire es, con diferencia, el autor más veces mencionado. En cierto sentido, La Folie Baudelaire parece responder al deseo de Calasso de no pasar de puntillas sobre un autor tan influyente en el arte contemporáneo, sobre cuya importancia han disertado de forma tan dispar autores de la talla de Walter Benjamin o Jean Paul Sartre...